El compliance penal hace referencia a los programas de cumplimiento normativo orientados a evitar la comisión de delitos y la imposición de condenas criminales. Se trata de una especialización del compliance, promovido por las tendencias del Derecho Penal Internacional hacia la exención de responsabilidad de las empresas que hayan incorporado sistemas de prevención delictiva.
Esta tendencia ha sido recogida en nuestro Código Penal, particularmente en el artículo 31 bis.2. Gracias a ello, el compliance penal es una de las ramas más populares dentro de la disciplina del cumplimiento normativo.
Por eso hemos decidido dedicar un artículo a explicar este sistema en expansión, de elevada utilidad y valor añadido para las empresas.
Qué es el compliance penal
En nuestra página principal hemos incluido mucha información acerca de la naturaleza del compliance. Allí lo definíamos como un conjunto de herramientas de prevención, que buscan garantizar la legalidad de la actividad empresarial.
También indicábamos que el compliance tiene una aplicación ad intra, que permite a la empresa centrarse en el cumplimiento y respeto de protocolos internos y códigos éticos.
Pero a la hora de analizar qué es el compliance penal debemos centrarnos en la rama del Derecho Penal.
Esta forma de compliance se caracteriza por centrarse en evitar las infracciones de tipo penal (crímenes o delitos) y, por tanto, la responsabilidad criminal derivada de ellas.
Debemos recordar que la reforma de 2010 de nuestro Código Penal introdujo en nuestro ordenamiento jurídico la posibilidad de que las personas jurídicas quedaran sujetas a responsabilidad penal.
Sin embargo, ya desde los años 70 se percibe una tendencia del Derecho Penal Internacional a despenalizar aquellas empresas que han tomado medidas de prevención de delitos.
Sin entrar a detallar de nuevo la historia del compliance, podemos señalar que esta tendencia se ha cristalizado en nuestro actual artículo 31 bis.2 del Código Penal. Este artículo permite exonerar de responsabilidad criminal a aquellas empresas que hayan incorporado y supervisado planes de cumplimiento normativo.
La piedra angular del compliance penal: art. 31 bis.2 del Código Penal
Una vez aclarado qué es el compliance penal podemos pasar a analizar su armadura jurídica. Así, el artículo 31 bis.2 del Código Penal sustenta el sistema de compliance penal, ya que determina la exoneración de la responsabilidad penal de las personas jurídicas que:
- Hayan adoptado un sistema de cumplimiento normativo.
- Además, hayan supervisado su cumplimiento y funcionamiento.
- Siempre que los autores hayan cometido el delito eludiendo los controles.
- Y no concurra una omisión en las funciones de supervisión, vigilancia y control.
Cómo funciona un sistema de cumplimiento normativo penal
La Ley exige que los programas de compliance penal se desarrollen en seis etapas:
- Identificación de las actividades en cuyo ámbito puedan producirse los delitos que deban prevenirse. Aunque este ámbito depende de la operativa de cada entidad, principalmente tiene que ver con la organización de recursos humanos, la relación con las Administraciones Públicas y la operativa fiscal, contable y financiera.
- Establecimiento de protocolos o procedimientos que concreten:
- El proceso de formación de la voluntad de la persona jurídica.
- La forma de adopción de decisiones.
- Y la forma de ejecución de tales decisiones.
- Implementación de modelos de gestión de recursos financieros adecuados, que impidan la comisión de los delitos a prevenir.
- Imposición de obligaciones de información. El objetivo es que todos los empleados y directivos deban advertir al compliance officer de los posibles riesgos e incumplimientos del programa de cumplimiento normativo.
- Establecimiento de un sistema disciplinario, que sanciones el incumplimiento del modelo de compliance.
- Verificación periódica del modelo y eventual modificación, cada vez que:
- Se pongan de manifiesto infracciones graves.
- Haya cambios en la estructura de la organización o de control, o en la actividad desarrollada por la entidad.
- O aparezcan cambios normativos. En realidad, este punto no es un requisito exigido por el Código Penal, sino por el sentido común.
Cuándo entra en juego el plan de compliance penal
El programa de cumplimiento normativo penal podrá emplearse cada vez que haya riesgos de que la persona jurídica cometa un delito. En particular, se puede imputar responsabilidad penal a una entidad siempre que:
- El delito se haya cometido en su nombre o por su cuenta, resultando beneficiadas directa o indirectamente. Deben ser sus representantes legales o las personas autorizadas para tomar decisiones en su nombre quienes hayan cometido la conducta.
De ahí que el programa de compliance deba establecer protocolos de toma de decisiones y ejecución de acuerdos. - También será responsable la persona jurídica de los delitos cometidos por los subordinados de las anteriores personas, siempre que estas hayan incumplido sus deberes de supervisión, vigilancia y control. Además, es necesario que el delito se ejecute en el ejercicio de las actividades sociales y beneficie directa o indirectamente a la entidad.
Realmente, el plan de cumplimiento normativo tiene una función preventiva. Sin embargo, cuando se constate la comisión de un delito cometido como hemos señalado, el programa de compliance adquirirá un nuevo cariz, al poder eximir la responsabilidad penal de la empresa.
A qué penas se enfrenta una empresa al cometer un delito
Debemos destacar que las penas a las que se puede enfrentar la empresa a la que se imputa un delito son de extremada gravedad. De hecho, pueden conllevar un importante desembolso económico o terminar con la disolución de su personalidad jurídica.
Así, el artículo 33.7 del Código Penal determina que todas las penas impuestas a las personas jurídicas tendrán la consideración de graves, incluyéndose:
- Multa por cuotas o proporcional.
- Disolución de la persona jurídica.
- Suspensión de actividades por un plazo de hasta 5 años.
- Clausura de locales y establecimientos por un plazo de hasta 5 años.
- Prohibición de realizar determinadas actividades, de forma temporal o definitiva.
- Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, contratar con el sector público y gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social por un plazo de hasta 15 años.
- Intervención judicial por un plazo de hasta 5 años.
Hay que tener en cuenta que la graduación de la pena concreta se impone en cada proceso. Esto implica que, incluso en los casos en que el programa de compliance no pueda actuar como eximente de la responsabilidad criminal, se tendrá en consideración para aplicarlo como atenuante.
¿Necesito un plan de compliance penal?
Evidentemente, que la empresa cometa irregularidades de relevancia penal es una situación extraordinaria… pero no improbable.
De modo que, en realidad, no necesitas un plan de compliance penal. Sin embargo, contar con uno es tan conveniente como contar con un seguro de hogar, de responsabilidad civil o de viaje.
En el caso de que alguien de tu empresa cometa un delito, contar con un plan de cumplimiento normativo penal podría salvar a tu organización de la quiebra o la disolución.
Aunque actualmente no parece que se vaya a hacer obligatorio contar con planes de cumplimiento normativo, lo cierto es que las autoridades de la Unión Europea son muy favorables a los sistemas de responsabilidad proactiva. Un buen ejemplo lo tienes en la regulación final del RGPD.
Por tanto, cada vez es más ventajoso contar con un programa de compliance, penal o de cualquier otro tipo. Y es que los programas de cumplimiento son muy útiles para favorecer otros sectores de tu actividad.
¿El compliance penal afecta a otras áreas de mi empresa?
Una de las ventajas de los planes de cumplimiento normativo es que pueden optimizar diversos sectores de tu actividad. Por ejemplo, son muy útiles en las siguientes áreas:
- Fiscal. Te permiten maximizar el ahorro tributario evitando la comisión de infracciones y, por tanto, la imposición de sanciones.
- Recursos humanos. Facilitarán la gestión del personal, al tiempo que evitan riesgos en materia laboral (demandas por despido, sobrecostes contractuales, riesgos laborales, igualdad…).
- Financiero. No solo se trata de evitar delitos como la corrupción o el blanqueo de capitales. El compliance también te permitirá tener un mayor control sobre los movimientos de capital de tu empresa.
- Medioambiental. De hecho, el cumplimiento de las normativas de protección del medio ambiente es uno de los motivos más recurrentes a la hora de implementar un plan de compliance.
- Gestión de la información. Un programa de cumplimiento te facilitará cumplir con tus obligaciones en materia de protección de datos, así como proteger secretos empresariales y evitar fugas de información o accesos no autorizados.
En definitiva, el plan de compliance penal puede estar complementado con otros sistemas de prevención y vigilancia que afecten a diversas áreas de tu empresa. Si necesitas asesoría al respecto de estos modelos te recomendamos contactar con nosotros. Aclararemos tus dudas sobre qué es el compliance penal, cuánto cuesta implementarlo y cómo puede ayudar a tu empresa.